¿Por qué fracasan las startups en Latinoamérica?
En un ecosistema empresarial marcado por la innovación, los avances tecnológicos y por qué no también la ambición, las startups en Latinoamérica enfrentan desafíos y barreras muy grandes, que a menudo resultan en su “fracaso” como empresa en crecimiento. Un estudio realizado por Rockstart Latam, una aceleradora global con oficinas en Bogotá, Ámsterdam y Copenhague, reveló las posibles causas por las que muchas startup no atraviesan el famoso “valle de la muerte” en Latinoamérica. Algo para destacar de este estudio, es que integró dos puntos de vista: la perspectiva de los founders y la perspectiva de los inversores, donde se encontraron diferencias muy notables.
Según el informe, los inversionistas señalaron que las principales razones detrás de los resultados adversos son: la falta de Product Market Fit (un producto que no satisface las necesidades del mercado), la inexperiencia en el sector y los problemas de liquidez.
Desde la perspectiva de los emprendedores, la falta de capital, la dificultad para alcanzar el Product Market Fit, los problemas con los socios y factores personales también emergen como factores determinantes en el fracaso de las startups. Sorprendentemente, el estudio revela que el 83.3% de las startups que colapsan experimentaron la salida de al menos uno de sus fundadores antes de su cierre.
Los desafíos específicos también se hacen evidentes. La dificultad para asegurar capital se destaca como la principal razón de fracaso, seguida de cerca por la lucha para encontrar el ajuste perfecto entre producto y mercado. Además, problemas internos, como desacuerdos dentro del equipo fundador y desafíos personales de los fundadores, también contribuyen al desenlace desafortunado de muchas empresas emergentes. En Argentina, para los founders, la principal razón son los problemas en consecución de capital. Mientras que, para los inversionistas, el equipo mal integrado y capacitado son los causantes principales.
Cabe destacar que el “fracaso” es una parte natural y, en muchos casos, incluso necesaria de este viaje. El fracaso no debe ser visto como el fin del camino, sino como un paso necesario hacia el éxito. Cada desafío superado, cada lección aprendida, acerca a los emprendedores un paso más hacia sus metas y aspiraciones. En el mundo del emprendimiento, el fracaso no es necesariamente una derrota.
La primera razón: levantamiento de capital
Definitivamente, uno de los retos más grandes que tienen las startups es el levantamiento de capital, y en este estudio, los founders lo reconocen como la razón número uno del fracaso de sus startups. Se encontró que el 31% de las empresas obtuvo inversión Ángel como capital inicial, mientras que el 59% se financió con recursos propios. Curiosamente, un pequeño porcentaje, el 6%, nunca tuvo capital, mientras que otro 6% recurrió a préstamos y subvenciones.
Sin embargo, a pesar de haber asegurado capital inicial, el 70% de las startups investigadas terminaron agotando sus fondos hasta quedarse sin recursos para operar. Por otra parte, muchas de estas empresas enfrentaron dificultades para relacionarse con los inversionistas, y el 100% estuvo de acuerdo en que esta falta de conexión afectó negativamente su capacidad para obtener financiamiento adicional.
Segunda razón: product market fit
El término “product market fit” sin dudas se convirtió en un concepto cliché en el ecosistema emprendedor. Este término, se refiere a construir un producto/servicio que sea útil y valioso para los usuarios, permitiendo que estos lo utilicen repetidamente, de manera constante y lo recomienden a nuevos usuarios.
Muchas startups luchan por encontrar esa combinación perfecta, y el resultado suele ser desalentador. La falta de entendimiento del mercado, la mala interpretación de las necesidades del cliente o la simple incapacidad para ofrecer una solución efectiva pueden llevar al “fracaso” empresarial.
Según el estudio, para las startups, la tarea más importante es descifrar el enigma del producto esencial / dolor. Solo al encontrar esa conexión profunda entre lo que ofrecen y lo que realmente necesita el mercado pueden aspirar a alcanzar el éxito y trascender en el competitivo mundo empresarial.
Tercera razón: el equipo fundador
El equipo fundador desempeña un papel crítico en el destino de la empresa. Sin embargo, el camino hacia el éxito está plagado de desafíos que pueden debilitar incluso a los equipos más prometedores.
El 83.3% de las startups que fracasan experimentan la partida de al menos uno de sus fundadores, un golpe devastador que a menudo deja cicatrices duraderas en el negocio. A menudo, el éxito empresarial requiere un compromiso a largo plazo, con muchos equipos enfrentando un camino de 7 a 10 años antes de ver la luz al final del túnel.
La visión a largo plazo es crucial, pero el 80% de los equipos descubre que tienen visiones divergentes, un choque que puede poner en peligro la cohesión y el progreso. La falta de alineación en cuanto a la dedicación y prioridades es otra barrera común, con casi el 70% señalando una falta de compromiso por parte de sus cofundadores.
Los problemas interpersonales también desempeñan un papel importante en el deterioro de los equipos. Desde una falta de conexión fuera del entorno laboral hasta la tolerancia de comportamientos inapropiados, la incapacidad para comprender y apoyar a los cofundadores puede socavar la estabilidad del equipo y, en última instancia, el éxito de la empresa.
Cuarta razón: el founder a nivel individual
Detrás de cada startup que fracasa existe una historia personal compleja. Emprender trae consigo muchas situaciones de cambio. Cuando las cosas no van bien, existe una gran posibilidad de no poder controlar la mente: el 90% de los fundadores que enfrentan el fracaso empresarial también lidian con problemas personales en ese momento.
El 95% de aquellos que sufren el revés del fracaso empresarial se encuentran en el proceso de emprender, una travesía que, aunque emocionante, también puede ser solitaria y desafiante. La comparación con amigos de la misma edad, la sensación de falta de comprensión por parte de los cofundadores y la abrumadora cantidad de rechazos pueden erosionar la confianza y el bienestar emocional.
Pero el costo personal puede ser aún más devastador. El 63% de los fundadores enfrentan la trágica realidad de poner en riesgo sus relaciones personales, con un alarmante número que termina en divorcio o el fin de relaciones significativas en el arduo camino del emprendimiento. Estos desafíos individuales ilustran el verdadero costo humano del fracaso empresarial, destacando la importancia de abordar no solo los desafíos empresariales, sino también los personales en el viaje del emprendedor.
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