Acoso, violación y amenazas con una pistola Glock: los estremecedores testimonios de las mujeres que denunciaron a Marilyn Manson
La ex estrella porno Jenna Jameson reveló que dejó a Marilyn Manson porque la mordía mientras tenían sexo y fantaseaba con quemarla viva. Jameson, de 46 años, ofreció detalles al Daily Mail sobre su aventura en 1997 con el rockero, quien fue despedido por su discográfica el lunes cuando cinco mujeres, incluida la actriz Evan Rachel Wood, revelaran que habían sido abusadas sexual y físicamente por el músico de 52 años.
“No salimos mucho porque lo corté después de que él dijera despreocupadamente que fantaseaba con quemarme viva”, dijo al medio. “Una vez que comenzó a hablarme violentamente, dije... ‘Adiós, Brian’”, explicó Jameson, usando el nombre real del cantante.
“Además, los moretones de sus mordidas no fueron divertidos”, dijo la actriz, y agregó: “Sexualmente le gustaba morder y era desconcertante”.
Jameson, quien se retiró del porno en 2008 y ahora vive en Hawaii, dijo que el rockero parecía “bien” después de que finalmente lo dejó. “Él siguió adelante. Estoy seguro de que tenía muchas opciones ya que fue durante su mejor momento”.
Manson fue acusado por Evan Rachel Wood de abusar de ella durante los años que estuvieron juntos. “El nombre de mi abusador es Brian Warner, también conocido en el mundo como Marilyn Manson”, escribió Wood en Instagram. “Comenzó a prepararme cuando era un adolescente y abusó horriblemente de mí durante años. Ya no voy a vivir con miedo a represalias, calumnias y chantajes”, dijo la actriz de 33 años, que comenzó a salir con el cantante cuando solo tenía 19 años y él, 38.
En 2009, cuando todavía eran pareja, Manson aseguró a la publicación Spin que tenía fantasías sobre “romperle el cráneo con un mazo”, declaraciones sobre las que un representante aseguró que había que enmarcarlas “obviamente” como parte de una entrevista de un estrella del rock promoviendo su nuevo disco y no como “un relato de hechos”.
“Me lavó el cerebro y me manipuló para que me sometiera”, denunció la ex prometida del cantante en su publicación, que generó que otras mujeres perdieran el miedo e hicieron uso de sus redes sociales para realizar acusaciones similares contra Manson.
Evan Rachel Wood posa durante la premiere de la tercera temporada de "Westworld" en Los Ángeles, California (REUTERS/Mario Anzuoni)
Cuatro denuncias de abusos
Ashley Walters, Sarah McNeilly, Ashley Lindsay Morgan y una mujer que dio su nombre solo como Gabriella dieron su testimonio a la revista Vanity Fair. En sus declaraciones, las victimas de Brian Warner, el nombre real del músico, detallaron experiencias desgarradoras que, según afirman, incluyeron agresión sexual, abuso psicológico y/o diversas formas de coerción, violencia e intimidación.
Ashley Walters, que trabajó para Manson como asistente personal, dijo que el músico “con frecuencia se volvía violento” y arrojaba platos de vidrio y objetos pesados. En su declaración, relató que el cantante la ofreció para tener encuentros sexuales con colaboradores y continuó acosándola después de que terminó su relación profesional y que todavía lucha con el trastorno de estrés postraumático y la depresión.“No puedo quedarme al margen y dejar que esto le suceda a otras. Brian Warner debe rendir cuentas”.
Gabriella, una artista también conocida como SourGirrrl, alegó que Manson la amarró repetidamente y la violó. Según su testimonio, el músico la obligó a tomar drogas y le exigió que hiciera un “pacto de sangre” con él cortándoles ambas manos con vidrios rotos.
La artista además aseguró que pasó una Navidad en el hospital después de intentar quitarse la vida, y desde que rompió con Mason le diagnosticaron trastorno de estrés postraumático y todavía sufre pesadillas. “Me ha llevado cinco años hablar y decir que estuve en una relación abusiva. Bloqueé muchos de los recuerdos, pero los sentimientos permanecen y se manifiestan de varias maneras. La razón por la que finalmente estoy compartiendo esta experiencia traumática es por mi curación y porque ya no estoy en silencio. No creo que sea justo que alguien no sea responsable de sus horribles acciones. No soy una víctima. Soy una sobreviviente”, declaró de manera pública.
En tanto, Sarah McNeilly denunció que Mason la arrojó contra una pared y “amenazó con golpearme la cara con un bate de béisbol”. También aseguró haber sido encerrada contra su voluntad en una habitación, además de recibir abusos verbales “durante horas”. Hoy sufre de estrés postraumático y problemas de salud mental. “Creo que le gusta arruinar la vida de las personas. Quiero que Brian rinda cuentas por su maldad”.
“Hubo abuso, violencia sexual, violencia física y coacción. Tengo terrores nocturnos, trastorno de estrés postraumático, ansiedad y, sobre todo, UN TOC (trastorno obsesivo-compulsivo) paralizante. Trato de lavarme constantemente para sacarlo o quitármelo de encima…. Habló para que finalmente se detenga”, relató Ashley Lindsay Morgan.
No soy una víctima. Soy una sobreviviente
Una pistola en la cabeza
La estilista de moda, Love Bailey, dio a conocer en un video en Instagram que el cantante la apuntó con un arma a la frente mientras trabajaba en una sesión de fotos con una actriz -de quien no reveló su identidad- en la casa del músico en 2011. Ya había realizado estas acusaciones en las redes sociales en 2017, y ahora -señaló- lo hará ante las autoridades.
“Siento que es un asunto urgente que hable directamente a la cámara y cuente mi testimonio de lo que sucedió la noche que conocí a Marilyn Manson”, comienza Bailey su grabación, en donde cuenta que tenía 20 años cuando la contrataron para una producción para esta actriz para la revista LoveCat, ahora conocida como Galore.
Al llegar a su casa, le dijeron a Bailey que Warner y la actriz acababan de tener relaciones sexuales. Cuando se le permitió entrar a vestir a la actriz, afirmó que la mujer estaba en un estado desorientado y dando traspiés por la habitación, lo que llevó a Bailey a creer que había sido drogada. “Tuve que arrastrarme sobre sábanas manchadas para llegar a ella y mientras lo hacía, él puso una gran (pistola) Glock en mi frente”, dijo Love Bailey.
“Recuerdo haber pensado, Dios mío, ¿voy a morir? Me sentí impotente, me sentí aturdida y conmocionada. Estaba en este estado en el que me preguntaba, ¿no es él demasiado famoso para matarme? Recuerdo todos estos pensamientos pasando por mi cabeza, y aquí estaba yo, esta joven estilista de 20 años tratando de hacer el trabajo y me encontré con una Glock”, continuó relatando sobre esa terrible noche que vivió a manos de Manson.
“No dije nada después de eso porque la industria de la moda es muy pequeña. Si dices algo, el fotógrafo te incluirá en la lista negra y perderás tu carrera”, explicó la estilista, que ahora finalmente decidió hablar “gracias al testimonio de Evan”.
Rose McGowan y Marilyn Manson en 1999 (Shutterstock)
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