Aseguran que la agroindustria argentina responderá al desafío energético
El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha generado efectos disruptivos en los
mercados energéticos –especialmente gas y petróleo– y de insumos agrícolas. La
significativa suba de precios internacionales plantea desafíos a los países importadores
netos como la Argentina. Los aumentos en estos productos ya han impactado en precios
de fertilizantes y se prevé que lo hagan a lo largo de este año también en los
combustibles.
Estimaciones de consultoras especializadas calculan que, a valores actuales de
energía, Argentina deberá importar aproximadamente unos 13.500 millones de dólares
durante el 2022 entre GNL, gas de Bolivia, gasoil y fuel oil para usinas y transporte, y
naftas para vehículos, concentrados principalmente entre mayo y septiembre.
Esta situación se puede agravar según la evolución del conflicto en el Mar Negro que,
ante la posibilidad extenderse en el tiempo, podría provocar desabastecimiento de
energía a nivel mundial y una puja entre los diversos países importadores.
La agroindustria argentina está en condiciones de responder a este importante desafío
a través de una sustitución rápida de importaciones de combustibles utilizando los
biocombustibles. Nuestro país puede alcanzar 3,9 millones de toneladas de producción
de biodiesel, concentradas principalmente en la provincia de Santa Fe, donde se
integran con las empresas de molienda de soja. En la actualidad, este importante sector
industrial tiene casi un 60% de capacidad productiva ociosa.
Los estándares vigentes para la producción de biodiesel establecidos para un corte del
10% y las experiencias en su uso puro, muestran el potencial técnico del producto para
sustituir al gasoil en el transporte. Incluso se cuenta con experiencias exitosas del uso
del biodiesel puro B100 en flotas de camiones y buses de transporte de pasajeros. En
este sentido, incrementar la utilización de fuentes de energía renovables producirá
beneficios para el medio ambiente y la salud humana. Dado el compromiso de Argentina
de avanzar en la reducción de GEI y alcanzar la carbono neutralidad hacia 2050, este
factor no debe soslayarse.
Asimismo, debido a la profunda trama de actividades que desarrolla el sector de los
biocombustibles en el interior del país, una mayor producción tendría un aporte muy
importante al desempeño de la actividad económica y la generación de valor. Se trata,
entre otras cosas, de un rubro dinámico en la generación de empleo y exportaciones
genuinas.
Una mayor utilización de biodiesel redundaría también en un importante aporte a la
salud de las cuentas fiscales, dada la sustitución de importaciones que traería
aparejada. Nuestro país cuenta con disponibilidad de materia prima y capacidad de
producción de biodiesel para sustituir más de 1 millón de toneladas de importaciones de
gasoil, con un producto 100% de fabricación nacional.
Es por lo expuesto que las Bolsas de Cereales y de Comercio abajo firmantes, proponen
a las autoridades nacionales establecer por norma que, más allá del corte obligatorio
vigente del 5%, las empresas mezcladoras podrán usar biodiesel hasta un máximo del
20%.
Este adicional deberá ser consecuencia de mercado libre de oferta y demanda en la que
podrán participar todas las empresas productoras de biodiesel registradas en Argentina,
de manera de asegurar el abastecimiento en las mejores condiciones posibles de
calidad y precio para el consumidor.
Firman:
Bolsa de Cereales de Buenos Aires
Bolsa de Cereales de Bahía Blanca
Bolsa de Cereales de Córdoba
Bolsa de Cereales de Entre Ríos
Bolsa de Comercio de Chaco
Bolsa de Comercio de Rosario
Bolsa de Comercio de Santa Fe
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