Cómo se compone el precio de los alimentos: cuánto se llevan el productor, el comercio y el Estado en cada compra
La inflación es el mayor problema de los argentinos, sobre todo en lo que respecta a los alimentos. Si bien existe cierta tendencia en nuestro país a responsabilizar las suba de precios al alza en los valores de la materia prima, un estudio demuestra que el encarecimiento de la canasta de este rubro responde más a cuestiones intrínsecamente inflacionarias como la pérdida del poder adquisitivo del peso que al movimiento ascendente de los granos debido a su reducida participación en el precio final, sumado a la alta participación de los impuestos en el precio final.
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Un trabajo confeccionado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) sobre la composición de los precios del pan, la carne y la leche, da cuenta de esto. “Es falso decir que la leche o la carne suben porque sube el maíz, cuando el grano es el 5% del precio final del sachet de leche y el 11% de la carne vacuna que compramos. En el caso de la carne de cerdo es el 14% y 19% en la aviar”, destacó la economista de la institución, Natalia Ariño.
“Con esto vemos que una suba en el valor del maíz incide en el precio de la carne y la leche, pero el impacto es mucho menor a los aumentos que se ven mes a mes. Hay otros factores que influyen en esa suba constante, principalmente el proceso inflacionario que no tiene origen en la suba de los precios de los productos, sino en la pérdida del valor de la moneda”, completó Ariño.
Un caso testigo de esto ocurre en el pan. La producción de trigo, su materia prima, tendrá una importantísima caída este año por la sequía y las heladas tardías, pasando de 23 millones de toneladas el año pasado a 11 millones este, generando una merma de ingresos de USD 4.000 millones para el país. Esta situación de menor oferta del cereal, tendrá como consecuencia una suba en su precio y en el de la harina.
Ahora bien, el trigo sólo representa el 13% del valor del pan - indica el informe - por lo que incluso si sube el precio del grano, el impacto en el valor del pan es limitado. Más aún en otros productos de panadería que son de mayor elaboración que tienen aún menos incidencia del trigo en su precio. Es por eso que el economista jefe de FADA, David Miazzo, sostuvo que el producto “termina subiendo por otros factores, más ligados a la inflación general que al trigo”.
“Un ejemplo de ello se ha visto entre febrero y agosto de este año. En estos 6 meses, el trigo subió 59%, esto quiere decir que, el pan francés no debería haber aumentado más de $16 por kilo (8%) por efecto del trigo. Sin embargo, el pan aumentó $118. Es decir, el pan aumentó por efecto del trigo $16 y por otros factores $102″, puntualizó MIazzo en el informe.
Además, el trabajo también detalla que del campo a la mesa de los consumidores el precio del trigo se multiplica por 7,3. “Del total que paga el consumidor por kilo de pan francés, aparte del 13% que representa el trigo, el molino participa un un 6%, la panadería en un 56% y los impuestos en un 25%. “Para decirlo de otra forma, el consumidor pagó en promedio $320 el kilo de pan, de los cuales $80 corresponden a la carga tributaria”, afirmó Ariño.
Impuestos, carne y leche
El estudio arroja, por otro lado, que mayor peso que el valor de la materia prima en el precio final de los alimento es el de los impuestos: “De lo que pagamos por la carne, leche y pan, 1 de cada 4 pesos son impuestos. Es decir, los impuestos son un cuarto del precio final que pagamos los consumidores” explica Miazzo.
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Así, en la carne de vaca el 27% del precio final son los impuestos de la cadena, en el pan francés la carga tributaria llega al 25% y en el sachet de leche entera tiene una mochila impositiva del 26% de lo que pagan los consumidores. “En los tres productos analizados es posible ver que 3 de cada 4 pesos de impuestos corresponden a tributos nacionales, en algunos productos. En otras palabras, en un kilo de pan hay más impuestos que trigo y harina, y en un kilo de carne hay más impuestos que lo que representa el feedlot en la composición del precio”, reveló el economista.
Si se realiza un desagregado del precio final que paga el consumidor por un kilo de carne se puede observar que la cría representa el 28%; el feedlot 25%; el frigorífico 6%; la carnicería el 14% y los impuestos el 27%, mientras que el maíz representa 11%. De esta manera, el 63% del precio son costos de la cadena, 10% ganancias y más de un cuarto tributos, de los cuales 76% son nacionales, 19% provinciales y el 5% municipal.
En el caso del litro del sachet de leche, el trabajo arrojó que el tambo representa el 32%, la industria el 31%, el comercio 11% e impuestos el 26%. “Dicho de otro modo: Para el mes de la medición, en promedio el sachet tuvo un precio de $164, de los cuales $43 son impuestos”, dijo Ariño, mientras que el maíz constituye el 16% del precio de la leche cruda (tambo) y el 5% del sachet.
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