Cuáles son las claves para mantener la motivación en el running
Muchas personas empiezan a correr sin un objetivo claro. Salen y realizan la misma actividad una y otra vez. No establecen ni días ni horarios, incluso no saben bien cuánto corrieron. No está ni bien ni mal para comenzar, pero más tarde o más temprano esto se encuentra con un estancamiento. Hay que estar atentos a esto, porque puede convertirse en una barrera que complique a los corredores recién iniciados.
Hay novatos que naturalmente consiguen evitar este error. Desde el comienzo van generando un progreso en su entrenamiento, agregando unos minutos más o una distancia más larga. Lo hacen naturalmente, sin darse cuenta de que han dado en el clavo de una las herramientas más valiosas: plantearse objetivos y metas.
Una y otra vez hay que insistir en que la progresión y la constancia son los dos pilares del buen entrenamiento. Para conseguir esto se necesita tener una organización, una agenda y, como dijimos: objetivos. Para un corredor avanzado la meta será correr un maratón o alguna otra carrera que represente un desafío y necesite un esfuerzo. Para un inicio, el objetivo será sumar un día más de entrenamiento, no saltearse los ya establecidos o correr un kilómetro más que la última vez que salió. En la medida que signifique un reto, todo objetivo sirve.
Las carreras son el gran objetivo de los corredores. Es la manera más desafiante pero a la vez más sencilla de armarse mentalmente para alcanzar una meta (Reuters)
Un corredor que sale, por ejemplo, jueves y sábado, puede ponerse como objetivo sumar uno o dos días más, siempre de forma progresiva. Todos empezamos corriendo una vez por semana y seguramente mucho menos de lo que hoy corremos cada día en el que salimos. Pero en su momento, ese día nuevo que sumamos fue una meta que nos llenó de orgullo poder alcanzar. Hicimos bien en alegrarnos, cada avance es producto del esfuerzo y la tenacidad. El running es generoso: si uno se esfuerza, el resultado aparece.
Las carreras son el gran objetivo de los corredores. Es la manera más desafiante pero a la vez más sencilla de armarse mentalmente para alcanzar una meta. Si quiero correr un 10K, deberé tener varios meses de entrenamiento. Para pasar a 21K lo conveniente es haber pasado al menos un año entrenando y tener experiencia en carreras de distancias más cortas. Cada caso es distinto, estas son reglas generales. Y para llegar a un maratón, lo más aconsejable es haber atravesado varias etapas, tanto en entrenamientos como en carreras. Todo ese proceso feliz e intenso es la sumatoria de pequeñas metas que se deben plantear de la forma más clara y ordenada posible.
Es importante ser realistas a la hora de plantearse un camino. Si un corredor de cincuenta años que nunca corrió en su vida dice que va a entrenar para ganar el maratón de Berlín, es prácticamente un hecho que no será posible. La exageración la uso para que se entienda: cada corredor se tiene que ir conociendo y sabrá desafiarse dentro de los límites del sentido común. Encontrando, claro, que sus límites estaban mucho más lejos de lo que creía, pero que esos límites igualmente existen en algún lado.
Una las herramientas más valiosas: plantearse objetivos y metas (Shutterstock)
¿Y qué pasa si alguien no quiere o por algún motivo no puede poner carreras en su calendario? En ese caso las metas pueden estar en los entrenamientos. Sumar más kilómetros, mejorar el ritmo de los entrenamientos, estudiar la técnica para poder correr mejor, fortalecer todo el cuerpo para obtener un estado físico más fuerte y menos propenso a las lesiones. Mejorar, buscar, encontrar un camino que nos mantenga en movimiento.
Los objetivos y las metas son una pieza fundamental para mantener la motivación. Cuando un corredor sabe a qué aspira, el entrenamiento se hace con una fortaleza mental extra. Por eso también es importante llevar un registro de los entrenamientos y tener un plan detallado. Un esquema de varios meses cuando se trata de una carrera grande, un plan semanal para poder intercalar entrenamientos intensos con otros más livianos. Los aficionados buscamos correr más y mejor, pero fundamentalmente correr para siempre. Queremos disfrutar cada kilómetro y estos consejos son una manera de que eso ocurra.
*Santiago García es maratonista, autor de los libros “Aprender a correr y Correr para vivir, vivir para correr”. Completó la Six World Marathon Majors dos veces. En Instagram: @sangarciacorre
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