El buque de la Guardia Costera de EEUU que patrulla el Atlántico Sur finalmente no hará escala en Argentina
El buque “USCG Cutter Stone”, de la Guardia Costera de Estados Unidos, informó este viernes que finalmente no visitará Argentina, tal como estaba previsto en su ruta inicial de viaje dentro de la denominada “Operación Cruz del Sur”, cuyo objetivo es reforzar “la cooperación multilateral para combatir la pesca ilegal, no declarada y no regulada” en la región.
“Una evaluación exhaustiva de las condiciones halló desafíos logísticos que impiden el amarre de la nave en el puerto de Mar del Plata”, explicó una publicación de la embajada del país norteamericano en Argentina, que señaló que se hubiera tratado de “la parada más austral del viaje inaugural de la nave más moderna que tiene la Guardia Costera de EEUU (USCG)” y que incluyó escalas en Guyana, Brasil y Uruguay.
De todos modos, el comunicado advirtió que “Estados Unidos continuará trabajando para fortalecer los lazos de amistad y cooperación entre la USCG y la Prefectura Naval de Argentina, entendiendo que la región es más segura y próspera cuando los países se unen para fortalecer la seguridad marítima de la región”.
El USCG Cutter Stone llegó esta semana al puerto de Montevideo, la capital de Uruguay, para “reabastecerse” durante una “visita operativa” en la que “no desembarcaron los tripulantes” por protocolos sanitarios establecidos por la pandemia, según explicaron a la agencia Efe fuentes de la Armada uruguaya.
Según la información del Departamento de Estado de los Estados Unidos, el buque “reforzará la cooperación marítima regional para combatir la pesca ilegal en aguas del Atlántico Sur”, pues este tipo de práctica -muy habitual en la zona limítrofe entre Brasil y Uruguay- “genera ventajas injustas para quienes la practican y dificulta o priva a los países de desarrollar una industria legítima”.
Las cifras facilitadas por el Departamento de Estado indican que el valor de la producción global de pesca de captura en 2018 fue superior a USD 151.000 millones y que la actividad no regulada genera pérdidas de ingresos por decenas de miles de millones de dólares cada año.
La II Conferencia de Océanos, celebrada en noviembre pasado en Montevideo, puso de relieve que la capital uruguaya es considerada el segundo puerto pirata a nivel mundial, según los registros internacionales, que recogen que la mayoría de pescadores ilegales proceden de China, Corea del Sur, Indonesia o Taiwán.
También en una entrevista con Efe el ministro de Ambiente de Uruguay, Adrián Peña, señaló en octubre pasado que la pesca ilegal un asunto que “preocupa” a su cartera y que busca generar políticas conjuntas con Argentina y Brasil.
El asunto, no obstante, está presente en los dos océanos de la región. De hecho, este viernes la secretaria de Estado adjunta interina para el Hemisferio Norte, Julie Chung, publicó una foto satelital que mostró la magnitud de una flota pesquera china en el pacífico, cerca de las costas de Ecuador.
“Una vista preocupante: Esta flota pesquera china cubre un área del tamaño de Honduras. Imagínense el impacto que puede tener el tamaño de sus capturas en las pesquerías locales si los funcionarios de la República Popular China no se aseguran de que la flota siga las reglas”, expresó la funcionaria de la administración de Joe Biden, quien luego aseguró que el país “sigue vigilando esta flota cerca de las Galápagos mientras trabajamos con Ecuador y los países costeros para proteger la pesca”.
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