El maíz, cada vez más cerca de la soja en el aporte económico en Córdoba
La relación entre hectáreas de soja y de maíz en Córdoba es una de las mejores del país, y eso tiene un gran impacto en la conservación de los suelos, pero además garantiza un mayor movimiento económico debido a que el volumen de producción del cereal es mucho mayor que el de la oleaginosa. Sin embargo, en el valor bruto, el poroto se venía imponiendo con comodidad, pero en los últimos años también esa realidad comenzó a cambiar.
Según el último estudio difundido ayer por la Bolsa de Cereales de Córdoba, en la provincia se cosecharían 7,9 millones de hectáreas en la campaña 2021/22, lo cual podría generar una producción de 42,4 millones de toneladas de granos si se consideran rendimientos promedios de cada cultivo.
El valor bruto de la producción se estima en US$ 12.966 millones (casi un tercio de la deuda que tiene el país con el Fondo Monetario Internacional), 6% por debajo de la campaña previa, pero la diferencia entre el aporte de la soja y el del maíz se reduce al mínimo de los últimos años.
Por otro lado, el ingreso bruto de la producción se espera en US$ 10.552 millones. La campaña agrícola implicaría una inversión de US$ 3.297 millones por parte de los productores y un gasto potencial de US$ 1.248 millones en concepto de fletes.
“Adicionalmente, la producción agrícola y su comercialización generarían $ 26.066 millones en términos de ingresos fiscales para la provincia”, remarcó la entidad bursátil.
El trabajo se realizó tras una primera estimación sobre la intención de siembra de los cultivos estivales para la campaña 2021/22. A partir de allí se calculó el impacto económico que tendrá la misma en la provincia.
La actividad agraria tracciona la economía regional a un nivel muy importante, desde el momento en que el productor decide invertir en insumos como semillas, insecticidas o asesoramiento técnico, hasta el momento de la cosecha, cuando la producción se debe movilizar a destino, dando empleo a cientos de conductores de camión. También se deben poner a punto las máquinas para la siembra y la cosecha o contratar este servicio, pagar a los empleados, evaluar la calidad de los granos y darles un tratamiento. En fin, es el primer engranaje de uno de los principales generadores de ingresos, divisas y empleos del país.
En detalle
Para la campaña 2021/22, la superficie cosechable de trigo se espera cercana a 1,1 millón de hectáreas, mientras que el área sembrada de los cultivos estivales se estima en 7,3 millones de hectáreas. Bajo estos parámetros, y considerando el promedio de las últimas tres campañas para los cultivos, la producción cordobesa podría alcanzar 42,4 millones de toneladas, un 3% por encima del ciclo previo y podría constituirse como el mayor valor en la historia.
Si bien la producción se estima que será mayor a la de un año atrás los precios a cosecha se esperan que sean más bajos para la mayoría de los cultivos. De todas formas, el valor bruto de la producción sería 35% mayor al promedio histórico.
El mayor aporte en el valor bruto de la producción de Córdoba provendría de la soja, con US$ 6.122 millones, 18% menor al de la campaña previa pero 12% por encima del promedio de las ultimas 10 campañas. En orden de importancia le sigue el maíz, con un aporte estimado de US$ 5.642 millones, reflejando una caída del 1% respecto a la campaña anterior, pero ubicándose 102% por encima del promedio de los últimos 10 años. Por su parte, el valor bruto de la producción de trigo sería 122% mayor al del año previo y 55% mayor al promedio de las últimas 10 campañas debido tanto a la recuperación de la producción como al elevado precio de exportación (US$ 299/tn). Respecto al sorgo, se observa que el ingreso potencial de divisas alcanzaría los US$ 190 millones, US$ 15 millones más que la campaña pasada.
“La provincia de Córdoba se ha destacado por el rápido crecimiento en la producción de maíz y su agregado de valor en los últimos años, lo cual se evidencia al observar la diferencia en el valor bruto de la producción entre la soja y el maíz. En las campañas 2013/14 y 2015/16 la diferencia a favor de la soja fue la más elevada de la historia, y cercana a los US$ 4.300 millones. Sin embargo, si bien la diferencia siempre estuvo del lado de la oleaginosa, a partir del 2016 comenzó a descender la brecha entre ambos cultivos”, concluye el informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba.
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