En el pabellón de la cárcel requisado funcionaba un call center para estafar
La decisión de desmantelar un call center para cometer estafas telefónicas que se había montado en el pabellón N° 6 de la cárcel local derivó en la revuelta de los internos, que generó más de cuatro horas de tensión el pasado jueves.
Ante la información sobre el accionar delictivo de un grupo de internos, las autoridades penitenciarias decidieron requisar el lugar, lo que provocó una reacción de un grupo de internos.
Los guardiacárceles secuestraron del pabellón destinado a presos sin condena una docena de teléfonos, elementos punzantes y marihuana.
Los familiares de los internos denunciaron que el procedimiento fue violento, ya que les mezclaron la comida con productos de limpieza, mientras que desde el Servicio Penitenciario se informó que los presos reaccionaron arrojando dos televisores y otros elementos que había en el lugar.
Los internos decidieron bloquear el ingreso al pabellón quemando colchones, por lo que debieron intervenir los bomberos voluntarios, mientras los familiares de los presos se agolpaban en las puertas de ingreso a la Unidad Penitenciaria No 6 para conocer detalles de lo que estaba sucediendo, mientras se observaba una columna de humo que salía del interior.
El incendio provocó graves daños en el pabellón en cuestión, especialmente en el sistema eléctrico, por lo que no se podía utilizar.
Los internos habían sido reubicados en el sector de la capilla, señalaron algunos familiares, que se mostraron preocupados por la situación y la falta de información sobre la salud.
Oficialmente se informó que la situación había sido generada por cuatro internos (dos hermanos) y que no había personas heridas.
Con el paso de las horas trascendió que los cuatro internos fueron trasladados hasta la cárcel de Cruz del Eje, como medida sancionatoria y disciplinaria, mientras avanza la investigación por parte de la Justicia.
En la cárcel de nuestra ciudad se han concretado varios procedimientos de secuestro de teléfonos celulares y anotaciones de los internos, que con sus cómplices en el exterior (particularmente familiares) realizan estafas a vecinos de la ciudad y de otros lugares del país.
Los casos de estafas por parte de los presos de distintas cárceles se acrecentaron desde la pandemia, con la mayor utilización de las operaciones electrónicas en los bancos.
El director general de Seguridad del Servicio Penitenciario, Darío Tello, señaló que las requisas son periódicas en los distintos pabellones de la cárcel de Río Cuarto.
El Ministerio Público Fiscal también investiga cómo llegaron los celulares a los internos, cuando está prohibida su utilización en la cárcel.
Incluso, en medio de la tensión, un grupo de presos viralizó un video en el que se quejaban del trato de los guardias y de que no eran atendidos por el personal sanitario o no eran derivados a enfermería.
Los familiares denunciaron la falta de desinfección de la Unidad Penitenciaria, por la gran presencia de chinches, cucarachas y ratones.
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