La polémica carrera de Nikita Mazepin, el piloto que llegó a la Fórmula 1 con los millones de su padre y sólo la invasión de Rusia a Ucrania pudo bajar
“Papá, ¿me comprás un auto de Fórmula 1?” Ese parece haber sido el pedido de Nikita Mazepin a su padre, Dmitry, un billonario que según Forbes es una de las 100 personas más ricas de Rusia, con una fortuna de 1,3 billones de dólares. El capricho se cumplió y entre los regalos de su árbol de Navidad en 2020 hubo un monoposto del equipo Haas F1 Team. Pero no fue un juguete. Fue un coche de verdad y solo por la fortuna de la que dispone puede explicarse cómo en 2021 fue uno de los 20 elegidos en correr en la Máxima. Esta es la historia del excéntrico piloto ruso que trascendió por un video donde manoseó a una mujer y que tiene otros antecedentes de mala conducta. Aunque la invasión de Rusia a Ucrania lo dejó abajo a Nikita. Quién es el particular compañero que tuvo Mick Schumacher, al que conoce desde su época del karting.
En esos inicios su padre ya amasó una fortuna que le permitió comprar una quinta parte de la empresa de fertilizantes minerales Uralchem, que hoy es uno de los principales sponsors de su hijo. Dmitry (18/04/1968), bielorruso de nacimiento, en los últimos años de la Unión Soviética tejió buenas relaciones y, si bien fue militar, a fines de los años ochenta solo se desempeñó como intérprete en Afganistán. Luego supo moverse en la nueva Rusia y tuvo cargos ejecutivos en empresas de seguros y después en petroquímicas. También fue funcionario público del Fondo Federal de Propiedad en 2002. Hoy es presidente del Consejo Empresarial Rusia-Zimbabwe (Cámara de Comercio e Industria de la Federación de Rusia) y presidente del Consejo Empresarial Rusia-Bielorrusia. Por lo tanto tiene buena llegada al presidente Vladimir Putin.
A esa altura ya vino al mundo Nikita (02/03/1999) al que siempre le dio todo lo que quiso. “Desde que era chico me gustaron las carreras de auto y un día quise intentar en una pista de alquiler de karting, donde empecé a los siete años. Me gustó tanto que con el correr del tiempo dejé de hacerlo como un hobby y luego decidí que quería practicar este deporte de forma profesional”, recordó el ruso en un video del equipo Hitech GP, para el que corrió en la Fórmula 3.
Desde aquellos inicios lo acompañó su papá, quien se transformó en su representante. El joven Mazepin, si bien logró un subcampeonato mundial de karting en 2014, luego demostró poco en las categorías promocionales donde al igual que hoy trascendió por escándalos. Como el de 2016 en la F3, donde en la clasificación en Hungría, porque sintió que Callum Illot lo retrasó, tras la tanda lo fue a agredir en los boxes. Golpeó al inglés al que le dejó un ojo morado y la mandíbula hinchada. Luego de nueve horas de deliberaciones, los comisarios deportivos de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) solo lo excluyeron de la primera carrera. Era una sanción para varias fechas o por qué no, el resto de la temporada. Más si se considera que es una etapa de formación para los jóvenes.
Frits van Amersfoort, jefe del equipo de Ilott, dijo: “Esta es una decisión ridícula de los comisarios. Callum fue atacado dos veces en la cara, ¡dos veces! La primera reacción pudo ser emocional, pero luego se separaron y él fue atacado nuevamente. Tiene un ojo morado, tiene la mandíbula hinchada, fue herido, no solo atacado. En el fútbol, cuando un jugador le pega a otro, recibe una tarjeta roja de inmediato. Estoy completamente decepcionado por los comisarios y la FIA”.
En ese campeonato, Mazepin terminó vigésimo y último entre los pilotos regulares. El título fue para Lance Stroll, cuyo padre, Lawrence, también es un magnate que hizo todo lo posible para que su hijo llegara a la F1. En 2018 compró el equipo Force India, hoy Aston Martin. Sin embargo, el corredor canadiense demostró sus condiciones y que no solo corre por la billetera de papá, que habría gastado un global de 200 millones de dólares para que su hijo llegara y se afianzara en la F1.
En esos cientos de millones se incluye una operación que generó polémica, ya que Mazepin padre también quiso comprar la escudería inglesa y sintió que no le jugaron limpio. De hecho anunció que llevará a la Corte Suprema del Reino Unido a Lawrence Stroll, por la compra ilegítima. La subasta terminó llevándosela el canadiense, por 116 millones de dólares (105 millones de euros). No obstante, el ruso alega haber ofrecido más de 144 millones de dólares (130 millones de euros).
Fue un golpe para Nikita, pero su papá supo consolarlo. En 2019 pagó un millón de libras esterlinas para probar un Mercedes W08 de 2017 en Montmeló, España. Fueron dos días de ensayos con mecánicos de la escuadra alemana y diez juegos nuevos de gomas por día. Las pruebas se extendieron otras 18 jornadas, por lo cual gastó un total de 10 millones de libras esterlinas para hacer kilómetros en un auto de la Máxima, algo necesario para sacar la Superlicencia de la FIA.
Nikita Mazepin a bordo de su auto de Fórmula 2
Dmitry fue por más y no se rindió en su afán de comprar un equipo de F1. Intentó hacerlo con Renault, pero quedó en charlas iniciales. Luego Williams, aunque le ganó de mano la firma de inversores Dorilton Capital LLC, que compró el histórico equipo británico y una participación minoritaria en el negocio relacionado de Williams Advanced Engineering, por 179, 5 millones de dólares, según informó el sitio Racer.
En tanto. Nikita desde 2014 compitió en nueve categorías promocionales, donde en solo tres terminó por debajo de los diez primeros. Sus mejores performances fueron en la GP3 Series (hoy Fórmula 3) en 2018 cuando fue subcampeón del recordado Anthoine Hubert. Y en la Fórmula 2, en la que terminó quinto, con dos triunfos incluidos.
En pista siguió siendo temperamental y en ocasiones peligroso. En 2019 fue el responsable de un accidente tras la largada de la segunda carrera de la F2, de local, en Sochi. Se pasó en la primera curva y volvió sin aguardar el paso del resto de los competidores. Jack Aitken no pudo evitar tocarlo y el ruso se llevó puesto a Nobuharu Matsushita. El japonés terminó en el hospital, pero sin consecuencias. “Mostró una falta total de cuidado por sus compañeros conductores y causó un mal incidente, que podría haber sido mucho peor”, explicó la FIA, que solo sancionó a Nikita con cuatro puntos de penalización en su licencia y 15 lugares para la carrera siguiente…
Otros dos ejemplos fueron las barridas de pista contra Felipe Drugovich que tuvo en la última carrera de 2020 en la F2 en Bahréin. El brasileño embistió un cartel de publicidad y el ruso apenas recibió cinco segundos de retraso en el clasificador y acumuló dos puntos de penalización en su Superlicencia para llevar su cuenta a 11, uno menos para que sea suspendido por una carrera.
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Maniobras peligrosas de Mazepin en la Fórmula 2
Está claro que el dinero facilitó que Nikita que fuera compañero en la F1 de Mick Schumacher, campeón de la F2 y graduado del Ferrari Driver Academy (FDA). La Scuderia es proveedora de motores de Haas. Si se comparan los resultados del ruso con los otros dos pilotos del programa de Ferrari -que no llegaron a la F1- se ratifica que el verdadero mérito de Mazepin está en dinero del padre.
Carreras corridas en categorías menores/triunfos:
Nikita Mazepin (23 años): 190/8. Quinto en la F2.
Callum Illot (23 años): 181/13. Subcampeón de F2.
Robert Shwartzman (22 años): 190/20. Cuarto en la F2.
Fue así que el delicado contexto económico por la pandemia de COVID-19 complicó mucho a los equipos con menor presupuesto en la F1. Sin lugar en Renault, Williams ni Racing Point (fue piloto de pruebas entre 2016 y 2018), los Mazepin se aprovecharon de Haas, que desde 2019 tiene problemas con su presupuesto porque perdió a su principal patrocinante. El comunicado en 2020 con el que anunció la llegada de Nikita habló de un acuerdo multianual. Según el Corriere dello Sport, el convenio con Dmitry era por 20 millones de euros por año para que su hijo fuera titular.
Con ese panorama y a pesar del repudiable video donde Nikita manoseó a una mujer, resultó difícil imaginar que Haas lo iba a sacar como piloto titular o terminara el vínculo con el ruso. “No voy a entrar en detalles sobre lo que haremos y cómo lo haremos, pero nos lo tomamos en serio y trabajaremos para solucionar lo que sucedió. Nada más que decir”, dijo Gunther Steiner, jefe de equipo norteamericano, a The Sun. El team-manager sabe que Dmitry (con todo su dinero) iba a influir en las decisiones y que no iba a dejar sin lugar a su hijo. Incluso se especuló en un momento que Steiner podía ser empleado del magnate ruso, quien tuvo en mente comprar la escudería.
El abrazo entre los Mazepin, padre e hijo. Dmitry es clave en la campaña de Nikita
A finales de 2020 Sergio “Checo” Pérez dijo que en ese momento “en la categoría había diez pilotos de nivel y otros tanto de relleno”. En este segundo grupo puede incluirse a Mazepin, que llegó a la Máxima sin que la FIA le haya puesto los límites en la pista. El ruso no se hizo muchos problemas ya que el ambiente parecía rendirse ante los millones de su padre. El mismo que le compró un auto de la F1.
Aunque Dmitry no pudo contra un conflicto que es más importante que una categoría, el automovilismo y el deporte en sí, como la invasión de su país a Ucrania, ordenada por Vladimir Putin, un hombre de su máxima confianza y al que conoce desde hace dos décadas por sus negocios con el Estado ruso.
Las presiones internacionales obligaron a que el equipo Haas rompiera su vínculo con los Mazepin. Primero retiraron los logos de la empresa de fertilizantes de su padre en los autos, camiones del team y los boxes en el último de los tres días de los primeros ensayos de la F1 y luego la continuidad de Nikita fue insostenible.
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