Marita fue violada por su papá, su tío y su abuelo entre los 3 y los 12 años: "Le pedía a Dios que me dejara dormir"
María de los Ángeles Tobio, conocida como Marita, logró poder contar su calvario recién a los 35 años cuando se presentó en la Comisaría de la Mujer de Mar del Plata. Entonces, relató que su padre, y luego su tío y abuelo paternos, reiteradas veces, abusaron de ella en su infancia, entre los 3 y los 12 años.
Marita se vio impulsada a hacerlo luego de que su hija le muestre que uno de sus abusadores, su padre, acechaba por teléfono. Hasta ese momento nadie conocía la acusación contra ese hombre y para la chica no era más que su abuelo, quien estaba invitándola a su casa.
En diálogo con Clarín, contó: "Jamás pensé que iba a poder contarlo, ponerlo en palabras. Imaginar que pudiera pasarle algo así a mi hija me hizo romper el silencio, y lo conté. Después lloré todo un mes". La causa fue a parar a los Tribunales del fiscal Alejandro Pellegrinelli.
En palabras habló de algunos recuerdos que comenzaron a los 3 años con los abusos de su padre, Juan Carlos Tobio, que entonces era oficial de la Policía bonaerense. "No tengo recuerdos lindos de mi infancia, o tal vez algunos, jugando a la payana con mis hermanos, o en la escuela, donde estaba segura". Contó que su papá la abusaba y también su tío, Guillermo Tobio, y su abuelo, Fidel Tobio, cuando ella quedaba a su cuidado.
Los jueces Marcelo Riquert y Esteban Viñas ordenaron revocar íntegramente la resolución de Garantías, que beneficiaba al padre de la víctima, para que “haga efectivo el derecho a la tutela judicial efectiva de la denunciante, sin perjuicio de la imposibilidad de imponer sanciones penales, habilitando judicialmente la realización de un proceso por la verdad".
Pero por el hecho de la prescripción decretada, Juan Carlos Tobio, aunque en el juicio llegara a ser encontrado culpable, no podrá ser condenado. "Siempre aparecía por mi casa y cuando le dije que lo iba a denunciar -cuenta, a raíz de los mensajes que enviaba a su hija- porque yo no me olvidaba lo que me había hecho ('no me olvido lo que me hicieron vos, el tío y el abuelo'), temblando porque tenía miedo que me matara, me dijo lo más tranquilo que no sabía de que le estaba hablando, que no se acordaba de nada", concluyó.
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