Se enteró de que fue entregado de bebé y busca conocer su verdadera identidad
“Aparentemente, él es nacido el 20 de junio de 1978. Tres días después Argentina ganó el Mundial de fútbol y en aquel entonces la mascota que identificaba al campeonato era el Gauchito. Los familiares contaban que a él lo vistieron de Gauchito para festejar y guardo hasta el día de hoy los botines de César, con los cuales supuestamente fue vestido de Gauchito y son talle 19. Yo soy mamá, mis hijos calzaron 19 casi a los dos años y ningún pibe de tres días calza 19”.
Con más dudas que certezas, Lorena Rodríguez intenta armar el rompecabezas que permite reconstruir la identidad biológica de su marido, Argentino César Luis Luján, que lleva sus tres nombres en alusión directa a la épica futbolística del 78, opacada por el contexto de la dictadura militar.
“Es una telaraña muy grande”, sintetiza la esposa del hombre que vio derrumbar lo que creía era su historia personal hace un puñado de años, cuando buscaba documentación para cumplimentar con los requisitos para que su hija mayor recibiera el sacramento cristiano de la confirmación.
“Mi marido se enteró de todo hace pocos años buscando un papel para mi hija mayor cuando estaba por tomar la confirmación. Fue un proceso grande de aceptación y de adaptación a la nueva vida, de desconocer realmente quién es y cuándo nació”, sostiene Lorena.
Y comenta: “A medida que transcurre el tiempo uno se va encontrando con ciertos detalles, como, por ejemplo, que mi marido hizo tres veces el jardín de infantes. No se había dado cuenta hasta que saltó la verdad y encontramos fotos que estaban muy bien guardadas en un cajón que daba cuenta de ello, justificando esa alternancia aparentemente en motivos laborales. Porque la excusa que usaban en aquellos tiempos era el trabajo, pero también era una realidad la vuelta a la democracia y con la democracia salió a la luz la mafia de la venta de los bebés y todo eso”.
Sentimientos encontrados
Lorena cuenta que en ese momento bisagra César pasó por varias etapas emocionales. Enojo, depresión, incertidumbre y la necesidad de conocer la verdad para poder mirar el futuro. Sospecha que existe un pacto de silencio por parte de la familia no biológica de César al señalar que una de sus tías “adoptivas” se desempeñaba en la Maternidad Kowalk, de Río Cuarto, en los tiempos en que nació y que habría sido el nexo entre la institución de salud y los padres no biológicos que finalmente lo acogieron, en un contexto signado por los tiempos de la dictadura militar.
“Deducimos que mi marido llega a ser apropiado por muchos favores que se debían entre las partes que participaron. Sabemos que César pasó entre uno y tres días en una caja a la espera de ser entregado en lo que hoy es el sótano de la Maternidad Kowalk. Lo sacaron de la Maternidad en un bolso con ropa sucia y fue entregado en esa misma esquina. De ahí, lo llevaron a un sector sur de la ciudad, donde hoy está el barrio Ciudad Nueva, y desde allí es entregado a sus padres no biológicos”, cuenta Lorena a partir de distintos testimonios recopilados.
Comenta que desde Río Cuarto fue trasladado a General Levalle, en donde un médico ya fallecido lo anotó como nacido en un parto domiciliario de esa localidad.
Estamos en busca de la verdad y nada más que eso. No queremos conflictos, ni destruir nada
“Nos costó mucho conseguir una partida de nacimiento y cuando apareció notamos que tiene muchas falencias, está incompleta por donde la mires”, dice.
La investigación familiar indica que, en tiempos de inundaciones en General Levalle, César se mudó junto con la familia primero a Saldán, luego a la ciudad de Rosario y finalmente a Río Cuarto, donde reside desde su niñez.
“Siempre se dijo que los traslados fueron por motivos laborales, pero era una realidad que se vivían tiempos de la vuelta a la democracia”, señala.
Y añade: “Nos llama mucho la atención que César tiene fotos en tres jardines diferentes, debido a que en nuestra época no existían salitas de 3 ni de 4 años. Tiene fotos en un jardín de Levalle, otro de Saldán y otro en Río Cuarto”.
En busca de la verdad
Actualmente, Lorena Rodríguez se embandera detrás de la búsqueda de información que le permita a su marido reconstruir su verdadera identidad y dar con su verdadera madre biológica.
“Estamos atrás de la verdad y nada más que eso. No queremos destruir nada de lo que ella construyó. No queremos conflicto, ni nada: lo que mi marido quiere es saber la verdad, quiere saber si su mamá está viva, o si murió, saber dónde puede llevarle una flor para agradecerle la vida”, cuenta la mujer, quien puede ser encontrada en Facebook como Lorena Rodríguez o en el teléfono personal 358-4291335.
Para finalizar: “Necesitamos aliviar la salud psicológica de César. Hasta el día de hoy nos pide que no lo saludemos para el cumpleaños porque no sabe si es realmente la fecha de su nacimiento”.
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