EMTRASUR: la empresa fantasma venezolana que vuela con un solo avión bajo la sombra iraní
El Boeing 747 de la Empresa de Transporte de Aerocargo del Sur (Emtrasur) atraviesa océanos y continentes como si fuera un fantasma. Esta aerolínea fue creada por Nicolás Maduro el 19 noviembre de 2020, en plena pandemia, como una filial de carga de la aerolínea oficial Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), a la sombra de su alianza con Irán.
Su hasta ahora única aeronave, el Boeing 747-300 matrícula YV353 que está varado en Buenos Aires investigado por la Justicia argentina, fue comprado en febrero pasado a la iraní Mahan Air. Se trata de una compañía sancionada por Estados Unidos por sus servicios prestados a agrupaciones consideradas terroristas por las autoridades norteamericanas. Esa sanción alcanzó a todas sus aeronaves, incluido al Boeing retenido que la empresa persa había operado desde 2007. Pese a ese traspaso de manos, la aeronave siguió volado con tripulación persa, además de venezolana. Es por eso que una de las hipótesis es que EMTRASUR funcionaría como una pantalla chavista para que el gobierno iraní eluda las sanciones de la Oficina del Tesoro de los Estados Unidos para el Control de los Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés).
Mahan Air fue sancionada por sus actividades ya en 2011 y tiene prohibido aterrizar en buena parte del mundo. Opera vuelos internos y desde Teherán hacia Pakistán, Tailandia, India, Rusia, Irak, China y Turquía. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos redobló las sanciones contra esta empresa en julio de 2019 diciendo que “Irán ha recurrido habitualmente a las aerolíneas comerciales iraníes para transportar armas y material a lugares internacionales en apoyo de las operaciones terroristas patrocinadas por el Estado iraní¨. Y quien apoye esas operaciones se “enfrenta a posibles consecuencias civiles y penales por violar los programas de sanciones de la OFAC, incluso por participar en transferencias no autorizadas de aeronaves de origen estadounidense o bienes, tecnología o servicios relacionados con ellas a Irán”.
Ponerse en contacto con EMTRASUR es casi imposible. La aerolínea de carga no tiene página web propia, no figura su teléfono en Internet, ni posee cuenta en redes sociales. Tampoco aparece mencionada en el sitio oficial de Conviasa, la aerolínea estatal venezolana de la que es subsidiaria, como sí sucede con Conviasa Cargo, por ejemplo, que es promocionada en la cuenta de la aerolínea estatal. Cuando Infobae llamó al teléfono de Atención al cliente de Conviasa, la empleada que respondió después de varios intentos por la dificultad por comunicarse, no supo brindarle un número de la empresa.
La publicidad que hace Conviasa de su empresa de carga no incluye a EMTRASUR, la nueva aerolínea que opera con un avión iraní
Muchos de los trayectos a lo largo de estos cinco meses de este gigantesco Boeing 747 - al que se le sacaron los asientos para trasladar carga - son un misterio, incluso los que terminaron en Paraguay y en Argentina. Fueron al menos 32 tramos aéreos que reconstruyó la Unidad de Datos de Infobae desde que EMTRASUR adquirió el avión iraní, pero sólo se conoce oficialmente la carga que transportó el avión en cuatro oportunidades.
Tampoco se sabe fehacientemente quienes integraron la tripulación que operó esos vuelos, excepto en el caso del que salió de Ciudad del Este (Paraguay) el pasado 16 de mayo hacia Aruba, en el que había 7 iraníes, y 11 venezolanos, y en el vuelo que llegó a Ezeiza el 6 de junio proveniente de Querétaro, en México, y quedó bajo sospecha. Identificado como ESU9218, en este vuelo arribaron 5 tripulantes de nacionalidad persa, y otros 14 venezolanos.
El ministro de Inteligencia de Paraguay, Esteban Aquino, aseguró este viernes que Gholamreza Ghasemi, el piloto del avión retenido en Buenos Aires, tiene vínculos con la Fuerza Quds. La Justicia argentina intenta establecer por qué vinieron iraníes dentro de la tripulación de la línea aérea venezolana que oficialmente debía trasladar autopartes desde México hasta Argentina, y ver si hay elementos que sustenten la hipótesis de que el piloto iraní efectivamente esté vinculado a ese grupo de Rinzelli
de la Guardia Revolucionaria Islámica.
Desde el gobierno argentino aseguraron que se trata “un homónimo”, y relativizaron la información del funcionario paraguayo, ya que -aseguran- no dio elementos para vincularlo a esa agrupación terrorista. El flamante titular de la AFI, Agustín Rossi, aseguró que su teoría es que los iraníes son “instructores de vuelo” de los venezolanos, lo que explicaría el elevado número, innecesario para el traslado de la carga de componentes de autopartes. Ayer sábado ratificó esa interpretación en declaraciones radiales.
Ante la consulta de Infobae, el piloto y especialista en aeronáutica Carlos Rinzelli sostuvo que esa podría ser una posibilidad ya que cuando EMTRASUR compró ese avión a la iraní Mahan Air, “hizo un reclutamiento para pilotos a nivel internacional y no se presentó ninguno”. Esto explicaría que los venezolanos requirieran de la instrucción de los pilotos iraníes cuando adquirieron la aeronave para ir habilitando a los pilotos venezolanos. Pero fue justamente la nacionalidad de estos tripulantes como el origen de la anterior operadora de la aeronave lo que activó las alertas de las agencias de inteligencia extranjera que llegaron a Paraguay. Pero este mismo experto en temas aeronáuticos también señaló que “el avión se compró de manera irregular. Es como un auto lleno de multas. Aunque lo pongas a tu nombre, siempre vas a tener que responder por esas multas”.
Pero para el diputado chavista William Fariñas “Conviasa es una empresa bien seria”, según aseveró en una entrevista radial el jueves pasado. Y agregó sobre la aeronave de EMTRASUR retenida en Ezeiza: “¡Es un avión de carga! Todo eso está protocolizado. Cada envío que se hace no van a pretender que nosotros estamos haciendo un envío indebido”. Fue una de la primeras voces oficiales que se expresó desde Caracas sobre el avión venezolano-iraní. Y aclaró que “ningún avión despega si no está ajustado a derecho, con nuestros pilotos entrenados”, contradiciendo las declaraciones del jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) argentina.
Un dato llamativo es que, hasta ahora, la empresa no habría hecho reclamo alguno respecto de la tripulación venezolana retenida, pese a ser el único avión con que cuenta EMTRASUR, que lleva dos semanas varado en Ezeiza. ”Es un avión muy costoso para tenerlo parado, con un lucro cesante gigantesco si no vuela”, advirtió Rinzelli a Infobae.
Uno de los 19 tripulantes retenidos en Buenos Aires, sobre los cuales el juez Federico Villena debe resolver a la brevedad si situación, es Victor Manuel Pérez Gómez, gerente general de operaciones de EMTRASUR. En ese rol, presentó el martes pasado en el Juzgado Federal de Lomas de Zamora un escrito en el que denunció al director de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), José Glinski, y lo acusó de haber sido el responsable de un “allanamiento ilegal” a la aeronave el viernes de la semana anterior, antes de que intervenga la Justicia. Pidió, además, ser querellante en la causa.
Tripulantes avión venezolano-iraní en Argentina al ser retenidos en Ezeiza
El magistrado evalúa contra reloj si los imputa y llama a indagatoria, y bajo qué cargos. Para eso, el juez Villena debe concluir el análisis de las computadoras y teléfonos de los 19 tripulantes, cotejar los informes de inteligencia solicitados a agencias extranjeras, y cruzar bases de datos internacionales para determinar si efectivamente están relacionados con el terrorismo islámico.
La sombra de Irán
Para los investigadores judiciales, por ciertas inconsistencias y los elementos reunidos hasta ahora, el Boeing 747 de EMTRASUR podría haber estado haciendo tareas de espionaje, “explorando rutas”, según trascendió, pese al secreto de sumario que rodea al expediente.
Un informe del FBI revelado hoy por Infobae, señala que el iraní “Gholamreza Ghasemi es CEO y miembro del Consejo de Administración de Fars Air Qeshm. Además de su posición, Ghasemi también es piloto”. El documento fue enviado desde Estados Unidos al juzgado federal de Lomas de Zamora, a cargo de Federico Villena. El dossier del FBI añade: “Fars Air Qeshm fue señalada por el Tesoro de los Estados Unidos en 2019 debido a su participación directa en la actividad terrorista y la asistencia que proporciona a la Fuerza Quds y a la aerolínea iraní Mahan Air, que han sido señaladas como entidades terroristas”.
El piloto el iraní Gholamreza Ghasemi es CEO y miembro del Consejo de Administración de Fars Air Qeshm, según un informe del FBI.
El periodista y analista en temas de Defensa y aviación Babak Taghvaee, de origen iraní y quien estuvo detenido en su país acusado de ser espía en su país y actualmente reside en el exilio, fue el primero que reveló el cambio de manos del avión de la polémica. El 24 de enero publicó en Twitter que Mahan Air enviaba uno de sus dos Boeing 747 de pasajeros a la compañía EMTRASUR de Venezuela, para ser usada como aeronave de carga “desde Irán, China y Rusia”, y que iba ser operada por tripulación iraní de Mahan Air.
En su posteo incluyó fotos del Boeing de Mahan Air con matrícula iraní EP MND, y el proceso al que fue sometido para terminar pintado con los colores de EMTRASUR Cargo, y bautizado “Luisa Cáceres de Arismendi”. Ante la consulta de Infobae, confirmó que las fotos eran de la aeronave en cuestión y aseguró que “tenía fuerte evidencia de que Ghasemi tenía lazos con Fuerza Quds”.
En tanto, para el especialista en Política Exterior, Defensa y Seguridad Andrei Serbin Point, “el problema es que nadie quiere reconocer que el (Boeing) 747 (matrícula) YV3531 de EMTRASUR es, en la práctica, un transporte estratégico de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Todo análisis del incidente debe partir de lo que implica que sea un elemento militar encubierto extranjero”.
Objetivo declarado
La creación de EMTRASUR, adscripta al Ministerio del Poder Popular para el Transporte, fue oficializada en un decreto firmado por Maduro como parte de la expansión de Conviasa, la línea aérea estatal venezolana que maneja desde lo administrativo a esta compañía de cargas. El ministro de Transporte venezolano, Ramón Velázquez, aseguró en 2020 que el objetivo de la nueva compañía era “potenciar la importación y la exportación a través de operaciones de carga aérea entre Venezuela y naciones de Asia, Medio Oriente y América”.
El decreto que dispone la creación de EMTRASUR, firmado por Nicolás Maduro, en noviembre de 2020
César José Pérez Salas, gerente General de Carga y Operador de EMTRASUR, así anunciaba por su parte el lanzamiento de la aerolínea venezolana estatal: “Por la necesidad estratégica que tenemos como Estado, surgió la necesidad de adquisición de aeronaves cargueras como el caso del Boeing 747-300 F, cuya capacidad es de 90 toneladas y 600 metros cúbicos, que nos va a permitir realizar un puente aéreo con nuestros aliados en Asia, China e inclusive el Medio Oriente, con un abanico de posibilidades para nuestros exportadores, para darles a conocer nuestros productos y para facilitar también la importación a muy bajo costo”.
Destinos estratégicos
El vuelo inaugural de EMTRASUR fue el de febrero y partió desde desde Minsk, Bielorrusia, rumbo a Caracas. El Boeing 747 transportó 24 toneladas de medicamentos, equipos médicos e insumos de protección personal para frenar los contagios por el Covid-19. Luego se conoció otro segundo trayecto con el mismo avión, pero proveniente desde China, que también llevó 69 toneladas de material sanitario a Venezuela.
Este primer vuelo fue celebrado por el Ministro para el Transporte, Hipólito Abreu, en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter donde destacó que ese esfuerzo era un paso en la dirección de “fortalecer la capacidad estratégica en el transporte de carga de Venezuela”.
El destino más frecuente del Boeing 747 fue Teherán: seis vuelos llegaron a ese destino en los últimos cinco meses, según el relevamiento de Infobae. En febrero, Venezuela suscribió un acuerdo con Irán para ampliar la cooperación bilateral y los intercambios de hidrocarburos.
La aeronave de EMTRASUR también aterrizó en Moscú cuando Vladimir Putin ya había ordenado la invasión a Ucrania. Rusia es uno de los mayores aliados políticos y comerciales del régimen de Nicolás Maduro, en el poder desde 2013. Los lazos entre ambos países se estrecharon durante el gobierno del fallecido Hugo Chávez y se reforzaron en la administración de Maduro.
Foto del avión de Emtrasur retenido en Ezeiza, fotografiado al despegar del Aeropuerto de Teherán
Serbia, México, Nigeria y Myanmar fueron otros de los destinos que repitió este misterioso avión que continúa varado en Buenos Aires.
Poco más se sabe sobre las actividades de EMTRASUR en estos últimos cinco meses, sobre las mercaderías que transportó en los 32 tramos aéreos que Infobae reconstruyó. Pero hubo un vuelo que llamó la atención de las autoridades y fue el que realizó desde Ciudad del Este, Paraguay. Esta ciudad de la Triple Frontera opera una red de negocios regenteados por agentes operativos del Hezbollah. A través de su brazo armado la Jihad Islámica, esta agrupación está acusada por la justicia argentina de ser el autor material de los atentados contra la embajada de Israel en Buenos Aires y a la AMIA.
El avión aterrizó en el aeropuerto Guaraní, en la ciudad de Minga Guazú, a solo 13 kilómetros de Ciudad del Este. Según el manifiesto del vuelo, publicado por medios paraguayos, fueron 11 venezolanos y 7 iraníes los integrantes de la tripulación, de los cuales dos coinciden con los que luego volaron a Ezeiza: Gholamreza Ghasemi y Abdolbaset Mohammadi. La actividad que realizaron los tripulantes en la Triple Frontera durante esas 48 horas que estuvieron en la zona es un misterio. La estadía se terminó el lunes 16 de mayo, cuando el avión de EMTRASUR transportó un cargamento de más de 7.000 paquetes cigarrillos por un valor declarado de USD 755.000 de la empresa paraguaya Tabacalera del Este SA, del ex presidente Horacio Cartés. Aterrizó horas después en el aeropuerto Reina Beatriz de Aruba, una isla ubicada frente a Venezuela.
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