Las crecidas del río Cuarto: ¿un peligro a controlar o un fenómeno para convivir?

Las crecidas del río Cuarto: ¿un peligro a controlar o un fenómeno para convivir?

Y fueron los alumnos de sexto año del colegio Concordia los que eligieron la charla-taller que días atrás expusieron las licenciadas en Geología, María Santinelli y María Eugenia Benito.

“El proyecto ‘Exactas a la Carta’ es una de las tantas actividades de vinculación con el nivel medio que realiza la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Río Cuarto, con el que se asume el compromiso y la responsabilidad que le corresponde a la institución y que nos corresponde por ser parte de ella, en la democratización del saber científico y tecnológico, entendido este como un bien público y social. Esta propuesta tiene distintos objetivos, uno de ellos es acercar a la comunidad educativa abordajes actuales de problemáticas tecnocientíficas de relevancia social”, introduce Santinelli, quien junto con Benito son becarias del Conicet e integran el grupo de Geomorfología del Departamento de Geología.

Y agregó: “Junto con Eugenia (Benito) y el grupo de trabajo estudiamos el comportamiento de distintos sistemas hidrológicos superficiales del Sur de la provincia de Córdoba, tanto en ambientes serranos como en la llanura. Particularmente, desde hace tiempo venimos estudiando la cuenca del río Cuarto. Por ejemplo, la tesis doctoral de Eugenia es sobre la cuenca alta del río Cuarto y mi tesis doctoral es sobre la cuenca baja del mismo río”.

Antes de entrar de lleno a responder las preguntas sobre el comportamiento del río, ambas profesionales, ante el contexto que transitamos, destacaron: “Toda la información que nosotros obtenemos y aplicamos para resolver las diferentes problemáticas de la cuenca, tales como inundaciones, cambios del uso de suelo, erosión de las márgenes, entre otras, provienen de fondos públicos del Sistema de Ciencia y Tecnología del país (SECYT) y son proyectos subsidiados por la Universidad Nacional, y también por los ministerios de Ciencia y Técnica (MINCYT), tanto provincial como nacional, lo cual es fundamental para avanzar en el conocimiento de nuestros recursos y, desde nuestra área, en los recursos hídricos, con una mirada ambiental”.

“El río Cuarto puede experimentar en un futuro eventos como la crecida de marzo o hasta de mayor magnitud, como así también ciclos de sequías importantes, como la del periodo 2017 - 2022”, señalan.

-¿Cómo se interpreta una crecida del río como la de marzo pasado?

-E.B.: Es importante entender que las crecidas son parte de las características intrínsecas de un río. El río Cuarto tiene un caudal base, el cual podemos ver todos los días. Sin embargo durante los periodos principalmente de primavera y verano, al producirse mayor cantidad de lluvias, se generan crecidas. Hay crecidas que se producen frecuentemente, las cuales definimos como crecidas ordinarias, mientras que existen otras de mayor magnitud que denominamos crecidas extraordinarias. Estas últimas son naturales y se dan con una recurrencia de aproximadamente unos 15 a 20 años, es decir no son frecuentes. Este sería el caso de la crecida producida en el mes de marzo, de la cual pudimos estimar un caudal de 800 metros cúbicos por segundo (m3/s). Otra característica importante que tuvo este evento de marzo pasado es que se produjo en un periodo muy seco, donde el río tenía un ancho muy reducido y la mayoría de las barras de arena estaban vegetadas, por esta razón fue tan llamativa para la sociedad.

-¿El cambio climático puede incrementar este tipo de fenómenos?

-M.S.: Según diferentes modelos climáticos mundiales, hay coincidencias en que van a existir eventos más extremos y más frecuentes, por lo que la cuenca del río Cuarto no está abstraída de estos fenómenos. Entonces, el río Cuarto puede experimentar en un futuro eventos como la crecida de marzo o hasta de mayor magnitud, como así también ciclos de sequías importantes, como la del periodo 2017 - 2022, que se corresponde a un ciclo de sequía extrema para todo el sur de Córdoba. Por otro lado, el cambio del uso del suelo en la cuenca alta del río Cuarto (zona de la sierras de Alpa Corral y Las Albahacas), donde hay abundantes plantaciones de pinos, ha potenciado los incendios en el sector, los cuales se incrementaron por las sequías de los últimos años. Esto quiere decir que frente a este cambio de uso de suelo, para una misma lluvia, luego de un incendio puede aumentar el caudal líquido y sólido (cantidad de sedimentos) que lleva el río y generar severos problemas cuenca abajo. Es de recordar que luego del incendio del 2020, cuando el río creció, observamos el aumento de los sedimentos que transportaba el río.

-¿Hay riesgos urbanos si se incrementara un poco más el volumen de la crecida?

.E.B.: Primero, es importante definir el concepto de riesgo, el cual hace referencia a todos los procesos, situaciones o sucesos que puedan generar un daño económico o social para las comunidades. Entonces, los riesgos geológicos se evalúan a través de la peligrosidad y vulnerabilidad. La peligrosidad refiere a los aspectos del medio natural (susceptibilidad) y a la probabilidad de ocurrencia de algún proceso determinado (amenaza), mientras que la vulnerabilidad considera los aspectos sociales, es decir, la fragilidad del sistema social a ser afectado por un evento potencialmente desastroso. La idea de riesgo está fuertemente asociada a la vida humana. No hay riesgo si no hay seres humanos afectados. Durante las crecidas de gran magnitud, el río tiene sectores en donde erosiona (erosión de márgenes) y otros en donde desborda (inundación). El riesgo aumenta cuando en esas zonas de mayor amenaza se construyen casas o se generan infraestructuras. Por lo que el riesgo de inundación aumenta cuando hay mayores asentamientos cerca de las márgenes del río. Cabe destacar que en la ciudad tenemos otros problemas frecuentes como es la extracción de áridos, que si se realiza de manera desmedida y sin un control o planificación, puede afectar paisajísticamente y además influir en la dinámica del río Cuarto. Esto es un punto interesante sobre todo en estos periodos tan secos.

-¿Qué pasa con el viejo cauce?

-M.S.: Hace varios años que el grupo de Geomorfología estudia la cuenca del río Cuarto y particularmente los datos que obtenemos sobre el tramo urbano son que el río, en los últimos años, se ha profundizado, ha incidido por su dinámica natural. Este escenario actual no es el mismo que existía años atrás, que durante crecidas extraordinarias desbordó e inundó parte de la ciudad e incluso circuló por su viejo cauce. En un contexto futuro, con crecidas de gran magnitud e incluso mayores que las del evento de marzo pasado, con caudales del orden de 1.200 - 2.000 m3/s, creemos que tendría una dinámica parecida a lo que ocurrió en el evento de marzo, en algunos sectores desbordaría, como ocurre en la llanura de inundación (sector de la pista de skate, zona de asadores) y en otros lugares habría erosión de márgenes, como ocurrió en el meandro del campus de la Universidad. Creemos que en el tramo urbano no habría grandes desbordes e inundaciones con crecidas de esta importancia.

-¿Cómo debe responder el ciudadano común ante eventuales crecidas?

-E.B.: Históricamente, se han querido controlar los ríos y con ello se han tomado medidas estructurales generando diques, presas o canales, para poder contener las crecidas. Entender la dinámica y el comportamiento de un río nos permite identificar sectores de alta peligrosidad. Es por esto que consideramos que el ciudadano de río Cuarto debería conocer y solicitar medidas de planificación territorial, en las que se establezcan sectores en donde se pueda construir y zonas donde no deberían generarse asentamientos. Así podríamos llegar a convivir con el río sin que existiera un riesgo alto. Hoy en día está en agenda alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) a nivel mundial (según las Naciones Unidas) y Argentina adhirió a este plan. En la mayoría de los 17 ODS se propone reducir los riesgos a diferentes amenazas naturales, es por esta razón que destacamos la importancia de tener una cartografía actualizada del riesgo (inundación, erosión) a nivel municipal, así aprendemos a convivir con el río y estos fenómenos naturales.