Los comercios remarcan una o dos veces por día y analizan cerrar por un tiempo

Los comercios remarcan una o dos veces por día y analizan cerrar por un tiempo

A medida que las pizarras con la cotización informal del dólar tomaron vuelo, hubo un cambio rotundo en la administración de los negocios. Los comerciantes debieron echar mano a otras estrategias y a no regalar ni un minuto del día para dedicarle todo el tiempo a chequear los precios que reciben de los proveedores, para no quedar a contramano. En ese contexto, admiten que ya remarcan todos los días y, en ocasiones, hasta dos veces en la misma jornada. Otros evalúan cerrar sus puertas hasta ver qué pasa con esta turbulencia desatada con fuerza en las últimas dos semanas.

En el Corralón Adriana, en el oeste de la ciudad, su propietaria explica que “los proveedores pasan por WhatsApp cambios permanentes en los valores. Pero incluso ya nos adelantaron que para mañana -por hoy- se ajusta todo un 8%”. No dudó de que “la razón es el movimiento del dólar”. Y agregó: “Nosotros optamos por no tener más precios a la vista porque cambian todo el tiempo. Nos piden los productos y para cobrar miramos en el momento cuánto cuesta”. Hay otro dato más que grafica lo que ocurre: en las cuentas corrientes ya no se anotan más montos en pesos, sino productos. No se debe dinero, se deben cantidades de ladrillos, cemento, hierro o cables. Cuando el cliente se acerca a cancelar el saldo, se fija el valor del momento para cada producto. “Anotamos lo que se lleva el cliente sin monto, en blanco. El valor es el que hay cuando viene a pagar”, agregó Adriana.

El convulsionado contexto lleva a los comerciantes a decidir retirar mercadería de la venta. En el corralón hay sobre la vereda máquinas mezcladoras, pero no se comercializan. Casi ninguna máquina hoy tiene precio. Y se debe a que los valores son muy cambiantes. “Son valores altos y quedan atrasados y no podemos reponer. La mezcladora que tenía en venta a 86 mil pesos tenía un valor de mayorista de casi 120 mil. Decidí quedármelas y no venderlas. Y la verdad que hoy por hoy, estamos en contacto con algunos colegas y analizamos directamente cerrar unos días hasta ver qué pasa. El tema es que hay que tener espaldas para aguantar con la puerta cerrada”, remarcó. Todas las opciones tienen riesgos elevados.

En la zona de Banda Norte, el presidente de la Cámara de Almaceneros, Adrián Morales, explicó a Puntal que la remarcación de precios es constante y que desde hace algunas semanas se llevan, con su esposa, tarea a la casa: “Cuando cerramos a la noche cargamos las facturas y listas de proveedores para preparar los precios para el otro día a la mañana. Lo mismo hacemos a la siesta. Es una constante desde que comenzó esta crisis”.

En ese marco, hay alimentos que no se entregan o bien el abastecimiento es parcial. En ese listado aparecen azúcar, arroz, harinas y aceites. Todos artículos básicos de la canasta alimentaria. Los almacenes saben que cuando ocurre esto, luego aparecen con subas.

Además, suben a un ritmo del 10% muchas líneas de productos como lácteos y cervezas. Pero hay otras que saltaron entre 25 y 35 por ciento en la última semana: la yerba mate.