Se cumplen 75 años de la inauguración del viejo Hospital Central de Río Cuarto

Se cumplen 75 años de la inauguración del viejo Hospital Central de Río Cuarto

El viejo Hospital Central de Río Cuarto fue inaugurado hace 75 años. Aunque desde el 2004 dejó de funcionar como tal a partir de su traslado a lo que hoy se conoce como el Nuevo Hospital de Río Cuarto San Antonio de Padua, su puesta en marcha fue clave para la salud pública del sur de Córdoba.

La necesidad de contar con modernas instalaciones y una mayor complejidad para atender las demandas de la ciudad y la zona llevaron a que en 1934, una sociedad de hacendados, presidida por Jaime Provenzal, ofreciera por nota a Nicolás Lozano, presidente de la Comisión Asesora de Asilos y Hospitales Regionales de la Nación, la donación de un predio de 40 mil metros cuadrados ubicado en el sur de RíoCuarto para que allí se levantara un hospital común regional.

Al año siguiente, el gobierno de Agustín P. Justo aceptó los lotes y el 19 de octubre de 1935 se puso la piedra fundamental, bendecida por el entonces obispo, Leopoldo Buteler.

Posteriormente, en 1937 se donaron otros 40 mil metros cuadrados de tierras, por lo que se llegó a la superficie requerida para la ejecución del ambicioso proyecto.

Seguidamente, se realizó una licitación y la obra fue adjudicada a la empresa Benito Roggio e Hijos. Las primeras tareas se iniciaron en 1939, mientras que la totalidad de los trabajos se concluyeron en 1942. Sin embargo, pasaron cuatro años para la habilitación del nosocomio, hecho que ocurrió el 22 de septiembre de 1946, durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón.

Hasta ese momento, la ciudad contaba con el Hospital Cabrera (hoy Centro de Salud Municipal), la Maternidad Kowalk y la Clínica Regional del Sud, en la parte privada (como centros principales). Recién en 1957 se inauguró el viejo Hospital San Antonio de Padua, que se destinó, fundamentalmente, a tratar a los pacientes con tuberculosis.

El paredón y las verjas de madera, una postal característica del viejo edificio.

El paredón y las verjas de madera, una postal característica del viejo edificio.

 

Estela Zogbe.

Por eso, la puesta en marcha del Hospital Central marcó una época y trajo consigo el progreso para RíoCuarto.

El flamante centro de salud tenía una capacidad de 300 camas que, ante situaciones de emergencia, podía ampliarse a 350.

Se caracterizaba por estar dividido en pabellones (clínica médica, pediatría, cirugía, maternidad, enfermedades infecciosas y consultorios externos), rodeados por un extenso jardín.

Además, todas las construcciones se desarrollaron en planta baja.

Traspaso y traslado

En octubre de 1967, la Nación le traspasó el edificio del Hospital Central a la Provincia, junto con otros establecimientos ubicados en el territorio cordobés, condición que se mantiene en el presente.

Después de 58 años de servicio, en 2004, por decisión del Estado provincial, se decidió trasladar todas las dependencias del viejo nosocomio (a excepción del área de Salud Mental, que siguió operando en el lugar hasta el 2014) a la renovada, ampliada y modernizada construcción en la que funcionó el Hospital San Antonio de Padua, en el oeste de la ciudad.

Tras algunos desencuentros y polémicas, el flamante polo sanitario fue rebautizado como Nuevo Hospital de Río Cuarto San Antonio de Padua.

Asimismo, vale recordar que la mudanza fue resistida por médicos, profesionales de la salud y pacientes, quienes, entre otras objeciones, plantearon el hecho de que se abandonaba un predio con inmensos jardines y espacios verdes por “una mole de cemento” de varios pisos.

Los vecinos y comerciantes de Las Ferias también se quejaron en reiteradas oportunidades, ya que el movimiento y la circulación de personas nunca volvieron a tener la misma intensidad que se registraba antes del traslado, más allá de las refuncionalizaciones que se han hecho sobre la mayoría de los pabellones.

Más allá de todo lo que ha sucedido a lo largo de estos 75 años de historia, nadie puede negar que el predio del viejo Hospital Central es un punto emblemático del sur de la ciudad y que, con mejoras, puede transformarse en un espacio mucho más rico y provechoso para los ciudadanos y visitantes.