Combaten nuevo incendio en Malagueño, a pocos kilómetros de la capital de Córdoba

Combaten nuevo incendio en Malagueño, a pocos kilómetros de la capital de Córdoba

El peaje de la autopista Córdoba-Carlos Paz quedó también muy cerca de las llamas, que quemaron monte y pastizales en un terreno cercano a la zona militar de La Mezquita, y en inmediaciones del ex Centro Clandestino de Detención La Perla.

Cinco cuarteles de bomberos, de Malagueño y La Calera, y un avión hidrante trabajaron varias horas para controlar el fuego, que se encuentra activo pero con el perímetro cercado.

Por algunos minutos la Policía Caminera cortó el tránsito vehicular por la cercanía del fuego a la autopista, y por la presencia de humo, que complicó además a varios barrios cercanos, aunque no se registraron evacuados hasta el momento.

Además, otros puntos siguen complicando grandes superficies y bomberos continúan combatiendo las llamas en la zona de Huerta Vieja, departamento Río Cuarto, donde el fuego avanza sobre una forestación cuyo perímetro presenta dificultades.

Asimismo, se trabaja intensamente para asegurar los límites del incendio que este mediodía permanecía contenido en proximidad de Luyaba, jurisdicción de La Paz, en Traslasierra.

Otro de los focos en los que se trabajó durante esta madrugada es el generado en el complejo El 44, en cercanías de la ciudad de Capilla del Monte, donde se quemó quemando pastizal, monte bajo y palmeras.

En el sector permanecen desplegados efectivos de cinco cuarteles pertenecientes a las localidades de Los Cocos, La Cumbre, Villa Giardino y Capilla del Monte, utilizando camionetas con kits forestales, autobombas y camiones cisternas.

Mientras en el departamento Cruz del Eje, en los dos sitios más afectados durante los últimos días: Cruz de Caña y represa de Morales continúan los trabajos de guardia de cenizas.

En esa región seguirán los trabajos, porque los puntos calientes existentes en el terreno podrían generar algún reinicio del fuego.

En la provincia de Córdoba, los incendios forestales ya arrasaron desde agosto más de 200.000 hectáreas de vegetación, monte nativo, flora, fauna y hasta viviendas, en el marco de la sequía más severa desde que se tiene registro en el 1955.

La falta de lluvias genera también una preocupante bajante en el nivel de los diques, por lo que se esperan cortes de servicio de agua en los próximos meses, si es que las condiciones meteorológicas no varían.