Comerciantes esperan un repunte de ventas con el inicio de las clases

Con el regreso de los chicos y adolescentes a las aulas esperan por el repunte de ventas.

Sergio Airaudo, propietario de Papelera Río Cuarto, destacó que “las expectativas para este año son mesuradas, pero los comerciantes siempre somos positivos y esperamos que todo vaya para bien”.

La palabra clave en este tema es incertidumbre. Desde los distintos comercios ligados con la escolaridad manifestaron que aún muchos padres no tienen en claro cuándo sus hijos volverán a las aulas.

“Hay colegios que saben cómo y cuándo empiezan, pero otros no tienen idea qué va a suceder”, manifestó Airaudo, y agregó que “hablando con colegas también están con el mismo problema, porque los papás no tienen claro cómo proceder. Las noticias tampoco ayudan, porque generan cierta confusión”.

“Específicamente, en ventas de librería la cosa está demorada”, resaltó.

Si bien la gente pregunta por precios y artículos “está todo muy quieto y más considerando que todavía los chicos tienen los útiles, los libros y la ropa del año pasado”.

Respecto al crítico momento que vivieron quienes subsisten del sector escolar, el dueño de la papelera manifestó que, al no alcanzarse a hacer la temporada 2020, “trabajamos a puertas cerradas. Abastecemos a instituciones de orden esencial y pudimos tener permisos para proveer a la policía, a policlínicos y a otras empresas que sí trabajaron, pero las ventas bajaron un 50%, llegando a tocar niveles muy malos”.

Prendas de egresados

Otro sector que se vio sumamente afectado fue el de confección de prendas para los alumnos que cursan los últimos años, tanto de la escuela primaria como de la secundaria.

Ese momento en que cierra una etapa especial, como es el cursar sexto grado o año, requiere de una indumentaria exclusiva distinta a lo que la escuela pregona y que destaque por sobre los compañeros más pequeños.

“Comparado con años anteriores, las ventas han caído en un 45 por ciento. Le trabajamos a confeccionistas, hacemos prendas de egresados y aún así estamos en un momento muy complicado”, detalló Fabián Forner, propietario de Bordados Anyr.

Él nuevamente hace eco de la palabra incertidumbre, que suena mucho entre los comerciantes.

“Siguen viniendo muchos chicos para hacer la ropa o sólo para preguntar precios, cuando normalmente todos quieren tener la prenda de egresados para el primer día de clases”, dijo.

“Hicimos una evaluación y si llegan a cerrar los colegios de nuevo vamos a tomar medidas, porque otro año así no podemos aguantar”, mencionó el vendedor, al tiempo que agregó: “A lo mejor demos de baja el negocio y trabajemos a puertas cerradas y en negro”.

“El Gobierno no hace nada para ayudar a los que realmente trabajan. El año pasado no tuve ninguna asistencia, a pesar de hacer todos los trámites con mi contador para recibir algún beneficio. Tengo los números al día y todo se hace muy difícil”, finalizó el dueño de la empresa de bordados.