"Antes de importar maquinaria usada hay que nivelar la cancha para evitar graves consecuencias"

"Antes de importar maquinaria usada hay que nivelar la cancha para evitar graves consecuencias"

La industria de la maquinaria agrícola venía remontando la pendiente tras el fuerte parate del primer semestre de 2024 del que muchos creen que fue el peor momento en décadas, obviando la freno total de los primeros 40 días de pandemia. Ya en la segunda mitad del año pasado la tendencia había cambiado y lentamente la actividad en las fábricas fue creciendo, algo que continuó durante el comienzo de 2025. De todos modos, aún el uso de esa capacidad instalada está lejos de ser el de 2022 o 2023, cuando superaba el 90%. Actualmente no llega al 70%. Mejoró frente al año pasado, pero aún falta mucho. En medio de esa remontada, el sector se sorprendió con una disposición del Gobierno nacional que abrió las puertas a la importación de maquinaria usada, algo que entienden es competencia desleal y pone en riesgo miles de puestos de trabajo y cientos de fábricas del interior del interior.

En diálogo con I+I CBA, Gustavo Piccioni, presidente de la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola de Córdoba (Afamac) describe el contexto en el que se encuentran hoy las empresas del sector y cómo tomaron la reciente disposición del Gobierno: “Venimos de niveles muy bajos de actividad. Y 2025, como nosotros lo habíamos previsto y vamos confirmando todos los meses, va a ser un año mejor que el anterior. Pero tengamos en cuenta que los primeros seis meses del 2024 deben de ser de los más bajos en la historia de venta y producción de maquinaria agrícola. El piso de comparación que tenemos es muy bajo, pero la buena noticia es que comenzó una recuperación. Podemos decir que por lo menos en lo que es fabricación, en los rubros y en el tipo de maquinaria de nuestros asociados, a nivel general estamos aproximadamente 26 o 27 por ciento arriba en el primer tramo del año”, explicó el dirigente empresario.

¿Eso alcanza para decir que están en un buen momento?

Nos queda un largo camino por recuperar, porque para dimensionar en cuanto a capacidad instalada estamos llegando casi al 70%. Estamos en el 68 o 69 por ciento. Entonces creo que la buena noticia es que de a poco, a partir del segundo semestre del año pasado, el sector se empezó a recuperar de niveles muy bajos. Esperamos y aspiramos a que esta recuperación, que no es crecimiento, se vaya consolidando. Y obviamente que el empujón que nos habría dado Expoagro se confirme, porque en una exposición hay muchas consultas, hay muchos presupuestos, se sacan muchos pedidos, pero después hay que concretarlos. Entonces, pasando el limpio, en el corto plazo, somos optimistas que esta recuperación del sector se vaya consolidando.

¿De qué depende?

Y esto tiene que ver con dos grandes variables. La primera, que se despejaron las dudas del factor climático de la cosecha. Recordemos que en enero todavía no sabíamos cómo iba a arrancar o cómo iba a terminar. Ahora con la cosecha en camino me parece que va a ser un año normal, ni los mejores ni los peores dependiendo de la zona, pero va a ser normal y eso ya es un paso adelante. Y después, la posibilidad y la disponibilidad de mucho crédito a buenas tasas, que es una herramienta fundamental para comprar máquinas agrícolas.

Para el sector ese es el lubricante que necesita…

Claro! La compra de una maquinaria es una inversión muy importante, muy estratégica y si no hay financiamiento la verdad es que es muy difícil y sobre todo ahora en el contexto en el que estamos en que la ecuación del productor es mínima.

Recién mencionaba el uso de la capacidad instalada, el sector llegó a estar arriba del 90% en 2022 y 2023…

Diría más 2022 que 2023. Pero es un punto importante para remarcar todo el camino que todavía nos queda para recorrer. Porque en esos años se hizo una inversión muy fuerte en todo el sector, tanto de maquinaria como de agrocomponentes, para acompañar la demanda.

Esa inversión implicó incorporación de tecnología y nuevos procesos, ¿cómo están hoy para competir, cuando tanto se habla de competitividad?

Nosotros en maquinaria agrícola tenemos un gran producto y una gran tecnología. O sea, la maquinaria agrícola argentina es de valor y de respeto en el mundo. El problema es que no tenemos precio. Y cuando empezamos a indagar las causas, vemos el tema de presión impositiva, los costos laborales no salariales, la falta de infraestructura. Todo eso nos pega en términos comparativos con un Brasil entre un 20% y un 25%, dependiendo del tipo de máquina. Entonces la verdad que es todo un desafío salir a competir, es deseable, es necesario, estamos todos de acuerdo, pero tenemos que igualar las condiciones. Tenemos que salir los dos equipos con 11 jugadores de cada lado.

Eso todavía falta…

Por supuesto! A nosotros no nos han bajado los impuestos a la producción. Se bajaron los impuestos a la importación, y está bien, es razonable, se está yendo a una normalización del comercio, pero nosotros cuando sacamos la cuenta de los impuestos y empezamos a calcular, están los mismos; la legislación laboral sigue siendo la misma. Entonces si no avanzamos en estas reformas estructurales, ya entramos a la cancha con uno o dos jugadores menos. Y ahí me adelanto: si encima le sumamos maquinaria usada que ya está amortizada, que tiene un valor de reventa mucho menor, sobre llovido, mojado.

El temor es que ingrese maquinaria seminueva a un costo muy bajo…

Totalmente, sí. Ese es un riesgo y después todos los riesgos fitosanitarios que hay detrás de alguna plaga o de algún hongo que venga a través de esa maquinaria usada. Entonces tenemos un doble riesgo, fitosanitario y también de competitividad. Porque realmente si a eso le sumamos una maquinaria seminueva en donde ya hay toda una amortización acelerada en el exterior para que tenga un valor de reventa casi residual, es muy difícil; muy difícil.

En Estados Unidos los productores usan su maquinaria 3, 4 años y es la que puede comenzar a venir…

Es lo que tenemos que pregonar en nuestro país, que el productor tenga la capacidad de compra para adquirir lo último que hay en el mercado y la vaya renovando porque hoy con la velocidad que está avanzando la tecnología en 3 años ya quedan lejos de los avances que tienen en otros países. Entonces lo que tenemos que atacar es el problema de fondo. Si hoy hay un mercado de maquinaria usada chico, pequeño y caro es porque no ha habido renovación de maquinaria. La usada de algún lado sale. Dicen que faltan usados, ¿y por qué faltan usados? Porque hubo poca renovación de maquinaria nueva y eso pasa porque el productor está con la ecuación justa. Insisto, tenemos que ir a las soluciones de fondo. Y esto en realidad no solamente que no soluciona el problema de fondo, sino que encima es una estaca en la cadena de valor del productor.

Bueno, ahí se debe cruzar el temas retenciones, porque si al productor no le cobraran derechos de exportación tendría otra ecuación y otras posibilidades de renovación de maquinaria

Sin dudas, es clave. Porque además, si se aumenta la demanda de maquinaria ¿alguien cree que no va a haber más competencia? ¿Eso no va a favorecer a la baja de precio? Pero bueno, todos sabemos y conocemos la presión tributaria que recibe el productor sumada a la baja de precio internacional.

¿Cómo está la situación de las usadas hoy? ¿La medida ya está vigente?

En estos días estamos viendo con los departamentos técnicos si ya están en condiciones de instrumentarse o si hace falta algún tipo de regulación adicional. De todos modos estas medidas no tienen un impacto de un viernes a un lunes. Es difícil decir cuándo va a comenzar a impactar. Pero cuando se empiece a mover, si continúan en esta posición, sí claramente va a generar un impacto importante.

¿Y cuál puede ser ese impacto?

Bueno, cuando uno habla de importar usadas, eso va a competir directamente con la adquisición de maquinaria nueva y eso arrastra toda la cadena de valor, la cadena de agrocomponentes que se han desarrollado en muchos pueblos y ciudades.

Cuando uno habla de la maquinaria agrícola de Córdoba, ¿de qué universo habla?

Estamos hablando de un universo que va desde el único fabricante de tractores, o el más importante, por lo menos, del país que es Pauny, y el único que compite con las marcas internacionales; hasta fabricantes de pulverizadoras, tolvas, autopropulsados, fertilización, maquinaria de arrastre, sembradoras, cabezales, entre otros. Es enorme, enorme. Es un sector que en toda su cadena de valor, incluyendo fabricantes de maquinaria agrícola y de agrocomponentes que los respaldan por detrás, tienen un empleo directo de 10.000 personas en toda la provincia, solamente en Córdoba. Y esas 10.000 personas prácticamente en su totalidad están en el interior del interior. Porque en todos los pueblos del interior y ciudades hay talleres y fábricas, como en San Francisco, Marcos Juárez, Villa María, Bel Ville. Y lo que están solicitando no es dejar de competir, sino que salgamos a la cancha con 11 jugadores cada uno.

¿Hay algún diálogo, intercambio con el Gobierno Nacional?

Hubo conversaciones previas. Vamos a seguir insistiendo, explicando la situación, a ver si podemos torcer esto.